Rally Dakar 2013 – El mendocino se mostró muy contento por ser el primer argentino en ganar una etapa entre los autos, habló del escándalo del año pasado y se lamentó por los problemas que tuvo en Perú. «Si no hubiéramos estado con problemas técnicos, estaríamos en el tercer puesto.», afirmó. La primera victoria llegó para Orly Terranova y aunque nunca pierde ese gesto serio que lo acompaña, la felicidad salió en las palabras del mendocino, que ni bien se bajó del BMW en La Rioja, habló con su equipo, saludó a su pareja y dispuso de su tiempo para charlar con la prensa argentina que lo esperaba. «Ganar esta carrera es muy difícil. Es una carrera que te golpea y tenés que levantarte para ganar», afirmó.
«Es una gran felicidad, espero que vengan muchos más triunfos para la Argentina. Este es un deporte muy complejo en el que cuesta mucho llegar arriba, son muchos kilómetros de experiencia, éxitos y fracasos. Hay que mirar a largo plazo. No hay que ser exitistas y aprender de los pilotos europeos que tienen muchos años en esto», manifestó Orly, quien para ganar tuvo que batallar duro con sus compañeros de equipo Peterhansel y Roma, campeón y subcampeón del año pasado.
Sobre la etapa, el mendocino aseguró que la pasaron bien con su navegante, el portugués Paulo Fiuza, pero que ya están pensando en cómo encarar el especial de este miércoles con destino a Fiambalá, uno de los tramos más difíciles de la carrera. » Vamos a estar abriendo en Fiambalá, tenemos una gran responsabilidad. Vamos a ver si arrancamos más livianos y lo dejamos a Peterhansel que abra o nos tiramos a abrir nosotros la ruta», avisó.
Sobre su presente, el mendocino aseguró sentirse «día a día más cómodo» con el auto y aunque está dentro de los cinco primeros, no se olvida de los problemas que tuvo en Perú, que lo hicieron alejarse del objetivo de estar en el podio, pese a que hoy no está tan lejos.
«Si no hubiéramos estado tan mal en Perú con los problemas técnicos, hoy estaríamos en el tercer puesto. Hace 6 o 7 días que no bajamos del top five», aseguró el mendocino. Y agregó: «En San Juan había estado cerquita y ayer también. Es importante ganar una etapa, siempre es satisfactorio en el Dakar, ahora hay que seguir, trabajar en el auto y descansar, que falta muy poco».
En medio de la alegría, no se olvidó de lo que le sucedió el año pasado y la escandalosa salida del Dakar, por la huida de su navegante, el estadounidense Andy Grider. «Fue un golpe producto de una decisión mal tomada, de una persona que no debía estar en el equipo. A partir de ahí se inventaron peleas, golpes y un montón de cosas que no sucedieron. Recibí muchos golpes, agaché la cabeza y seguí para adelante. Es un proyecto a largo plazo, así que lo que vamos a hacer es no sumar gente que no se compromete o tiene problemas psicológicos», disparó.
Por último, se refirió al próximo año y aseguró que existe la posibilidad de manejar un Mini, también del equipo X-Raid. «Tener un buen copiloto y un buen equipo, seguramente nos va a poner, con Paulo a la derecha y un Mini con un poco más de desarrollo, más veloces. Si terminamos bien este Dakar va a ser una visagra. A partir de ahí vamos a poder plantear la carrera de otra manera», finalizó.
